Estudios y Reportajes
Jose Sanchis, artista fallero
Para los valencianos es tiempo de fallas, pero para Jose Sanchis, artista fallero, estos días son los de la culminación de todo un año de trabajo, días de tensión, de poco comer y de apenas dormir. Días de voz ronca de fumar. Días de fumar demasiado.
Jose Sanchis y su equipo ya tienen todas las piezas listas y ordenadas para el viaje hacia su destino final. Están resguardadas, por plásticos protectores, del polvo en el taller, o para la lluvia en la calle. Las piezas principales, y algunos remates y “ninots“, son depositados meticulosamente (cariñosamente, diría yo) en camiones “gondola” para trasladarlas a su última morada. Allí aguardaran el momento en que el artista y su equipo las ensamblen, en una ceremonia denominada la “Plantà” que puede durar, horas o días, según la envergadura de la Falla.
Yo, lo he acompañado, en uno de esos días finales. En la plantà de dos de las Fallas de las que ha hecho este año: La Falla Roís de Corella y la Falla Grao de Gandia. Los falleros se afanan en ayudar, pero la coordinación es imprescindible. Sanchis organiza todo con detalle, a pesar de que durante estos días arrastra una cierta incapacidad física por una caída sufrida en el taller semanas atrás. Por momentos el dolor se asoma a su cara, cuando debe realizar algún movimiento o se altera. Pero parece que a él, eso no le importa, ha de seguir… Es el empuje final…
Un mal calculo arquitectónico del monumento que impida un ensamblaje, una mala coordinación de la plantà, aparte de una metereología adversa pueden retrasar los plazos que acaban en ese minuto inexorable.
Cuatro días más y, todo su trabajo estará expuesto en la calle para ser juzgado por todos: Los falleros de la Comisión, la gente de la calle y el jurado cualificador.
Jose Sanchis, a pesar de su juventud, es un artista fallero veterano, curtido en mil vicisitudes. Un artista fallero reconocido entre las comisiones falleras, porque confían en su trabajo. Es un artista fallero respetado por sus compañeros de profesión. Es el artista fallero al que ganar.
Como buen artista, ha de hacer de ingeniero y arquitecto, porque los jurados valoran para premio, el atrevimiento y el riesgo que tiene la falla en poder caerse al suelo. Ha de ser un buen gestor de espacios y de tiempos. Jose Sanchis es un artista fallero completo. Premiado. Reconocido.
Para mi ha sido un reto poderlo seguir, no paraba quieto ni un instante. Ha sido complicado componer la fotografía, ya que el objeto principal de mi composición (Sanchis), no paraba ni medio segundo en la escena. Más su ansia de hacer un buen trabajo, y su sacrificio por el mismo, eran contagiosos.
Haber pasado con Jose este tiempo final, en el taller, en la calle, me ha provocado la manida perplejidad que provoca en los extraños que todo ese trabajo artístico, extraordinario, tenga como final el ser pasto de las llamas. Pero los falleros lo tienen asumido, conocen sus raíces y viven con sus tradiciones. Aunque yo no dejo de pensar, que su trabajo, tiene mucho de ingrato, y por lo que he conocido estos días, bastante de austero.
Ahora las fallas ya están plantadas. Estarán cuatro días con sus noches y luego desaparecerán con el fuego, pero quedarán plasmadas en la fotografía. Como grabado ha quedado en mí, el espíritu artístico, tenaz y sacrificado de Jose Sanchis.
Un abrazo!
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